Bienvenida juventud

En los años recientes, la salud mental y la estabilidad emocional ha recibido la atención y cuidado que merecen. Como sociedad somos más conscientes de la importancia de procurar nuestro bienestar manteniendo sinergia emocional y física, haciendo nuestras vidas más plenas y estables.  

Los esfuerzos son encaminados de buena manera a los adultos en organizaciones y hogares. Sin embargo, no debemos dejar pasar desapercibida una etapa vital en la vida: la adolescencia.

Durante este ciclo de vida, los cambios emocionales y físicos en las y los adolescentes se desarrollan al mismo tiempo, manifestados en cada aspecto del presente. Las emociones, las relaciones e incluso la vida misma se intensifican.  

Durante esta etapa el pensamiento crítico se desarrolla con base en las experiencias que atraviesen, las relaciones que construyan y cómo se relacionan con su entorno social.

Todo esto marcará el rumbo de sus vidas, creando una cadena de decisiones. Aprenderán que la responsabilidad de las consecuencias de tomar una mala decisión puede repercutir durante mucho tiempo o incluso de manera permanente en su vida.  

Todas y todos hemos pasado por esta etapa plagada de momentos memorables. De igual forma, sabemos que viene acompañada también de melancolía, soledad e innumerables dudas con respuestas no muy claras, por lo que priorizar el desarrollo emocional y social en los adolescentes es una labor altruista.

¿Cómo acompañar a mi adolescente en esta etapa?

Acompañarles durante este lapso no será una tarea sencilla al ser cúmulos de emociones y hormonas. Es una tarea no muy sencilla, más no imposible.  

Por ello, el apoyo por parte del entorno familiar generará un impacto sumamente positivo en su vida. 

Guiarlos no es sinónimo de vivir por ellas y ellos. Dejar caer a los jóvenes es parte del camino. Buscar brindarles las herramientas para desarrollar las bases de autocuidado emocional es la clave, al igual que ayudar a crear un pensamiento autónomo de su contexto social. 

¿Cómo hablar de sentimientos con los adolescentes? 

Es necesario entender la vulnerabilidad emocional que atraviesan. Mostrar y más importante, sentir empatía y paciencia hacia ello les creará un espacio de confianza. Sentirán libertad para expresarse, contar sus vivencias y preguntar acerca de temas para cuales debemos estar preparados. Es primordial excluir cualquier indicio de prejuicio o tabú personal al dar nuestra opinión.  

Entender que cada sentimiento es único y, por ende, su manifestación es igual de diferente entre cada persona te ayudará a empatizar con el contexto de los jóvenes. Nombrar cada emoción y entender su origen, así como aceptarlas, le ayudará a desarrollar su madurez emocional. Aceptar las emociones y vivirlas es sinónimo de un buen bienestar emocional.

Es común econtrar adolescentes propensos a guardar emociones. Llegan a negarse a sentirlas, reprimiendo y creando estrés que se manifiesta de manera negativa en su nuestra salud. Evitemos fomentar más ansiedad de la que ya sienten.

Guíale a cuidar su estabilidad mediante actividades que sumen a su cuerpo y mente. Caminar, respirar, ejercicio o simples actos como abrazar, harán un gran cambio en su vida. 

¿Cómo hablar de relaciones afectivas a adolescentes?  

Durante estos años, las y los jóvenes conocen a las amistades y relaciones que los acompañarán por el resto de su vida, amigos que viven y conocen a la par con ellos el sentido de la vida.  

Muchas de sus decisiones se verán influenciados por el entorno social en el cual se encuentren. Y aunque en ocasiones no estemos de acuerdo con sus elecciones, no se podrá hacer mucho al respecto. La mejor alternativa es ofrecer apoyo y guía para que aprendan a relacionarse de manera sana y busquen el mejor entorno social que les sume individualmente. 

Claves para construir relaciones saludables:

1. Autenticidad y apertura: La amistad puede surgir en cualquier lugar. Ser una persona auténtica no solo le conectará socialmente, sino que fortalecerá su autoestima.
2. Escucha activa y empatía: Conocer a los demás implica escuchar sus historias y hacer preguntas reflexivas. Con estos gestos construirá lazos emocionales significativos y duraderos.
3. Cortesía en acción: La etiqueta y los buenos modales no pasan de moda. Son señales de respeto que generan reciprocidad y transmiten una imagen positiva hacia los demás.
4. Círculo social consciente: Identificar qué tipo de personas se alinean con sus gustos y metas le ayudará a cultivar amistades profundas. Estas conexiones serán un pilar importante en su crecimiento personal y social.

Nos enfrentamos a una transformación monumental en nuestra realidad. Los recientes acontecimientos nos han obligado a replantear cada aspecto de nuestra sociedad. Ahora, tenemos la oportunidad de adaptar prácticas a los contextos actuales, modernizándolas para nuestro beneficio.

Es esencial guiar a los adolescentes hacia un bienestar emocional completo. Este cambio colectivo será el motor que nos impulsará hacia nuevos niveles, tanto sociales como profesionales y ambientales.

Comencemos desde temprana edad: fomentar el cuidado emocional es crucial. ¡Te ofrecemos nuestro apoyo para hacerlo posible!