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¿Cambiar de carrera? ¡Todo es aprendizaje!

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Oriéntate

10 de julio de 2023

Encontrar la respuesta de hacia dónde queremos ir en la vida es complicado, elegir una carrera marcará el rumbo que tomará nuestra vida por los siguientes años, y una mala elección puede atraer estragos personales, sentimentales, familiares e incluso de tiempo, ya sea a corto o largo plazo.

La decisión al elegir una profesión es un gran momento, ya que el estudio de esta te dará las herramientas con las cuales afrontarás la vida laboral; existen muchos casos de personas que eligen la opción correcta para ellos, pero desafortunadamente también existen quienes no: mantenerse en una profesión que simplemente no te gusta, no es opción.

La profesión que elijas debe ser algo retador, motivante y tiene que hacerte feliz, tu profesión debe mantenerte con inspiración; pero, qué pasa cuando ocurre lo contrario, comienza como una obligación negativa o te aburre, y estas son las señales de alarma: algo anda mal.

“Ya no quiero estudiar esto, me equivoqué”, “Decidí que quiero estudiar algo distinto, esta carrera no me gusta”, “No es lo que yo esperaba, no puedo con estas materias”, “Voy a cambiar de carrera”. Solo son algunas de las frases que se utilizan cuando la profesión elegida ya no cumple las expectativas de quién la estudia.

Tómalo con tranquilidad, equivocarse en esta decisión no significará el fin del mundo, siempre y cuando lo rectifiques, aceptar que es necesario el cambio de carrera, es solo el primer paso.

Ya no me gusta mi carrera

Generalmente, lo primero que hacemos es entrar en pánico, pues la deserción escolar implica costos económicos, emocionales y familiares. Se manifiesta una sensación de fracaso, y en general, esto impacta no solo a quien deserta, sino a quienes te rodean. Cambiar de carrera no es un fracaso, sino una oportunidad de crecimiento y aprendizaje. Probar, experimentar, conocer, es lo que nos lleva a definir qué queremos o no hacer. Decidir un cambio es el primer paso que determina trazar el camino correcto, y, en definitiva, nada tiene que ver con fracasar. Fracaso sería permanecer en el estudio de una profesión que no alimenta tu pasión, tu motivación y tus ganas de actuar día a día en favor de ello.

¿Por qué hay deserción escolar?

El mayor porcentaje de alumnos que desertan de la opción elegida, lo hacen durante el primer año de la carrera, los síntomas de cambio son diferentes en cada adolescente, sin embargo, las razones más comunes son: me aburro en las clases, no me veo en el futuro haciendo ese trabajo, no tengo ganas de ir a la universidad, ninguna de las materias me gusta, creo que mi vocación está puesta en otra parte.  Las causales de la deserción son variables, pueden iniciar desde una mala orientación vocacional hasta la insatisfacción con el programa de estudios.

¿Qué hago si mi carrera ya no me gusta?

Cuando no existe la plena voluntad de continuar, la mejor decisión que se puede tomar, es parar. Hacer una pausa para reflexionar y saber qué es lo que verdaderamente nos apasiona, preguntarse cómo quiero pasar el tiempo, qué me gusta hacer, qué planes tengo a futuro, qué me veo haciendo, qué podría hacer incluso sin recibir un salario por ello, son cuestionamientos que llevan a la introspección favoreciendo en nuestro crecimiento, evolución y cambio. Aceptar cambiar de carrera conlleva un proceso de aprendizaje, al menos, en ese punto, habrá quedado asentado qué es lo que no nos gusta y, abrirá la puerta para definir aquello que sí lo hace.

Cuando se ha tomado la decisión de cambiar de carrera, centrar las energías en los costos económicos solo desgasta la autoestima del alumno, su confianza y sus relaciones familiares. Lo más importante es enfocarse en construir un proyecto de vida que nos haga sentir genuinamente felices. Las redes familiares son importantes pilares en el desarrollo de la madurez emocional, esto permite a cada individuo aprender, crecer y orientarse hacia la autorrealización.

Aprendamos a escuchar con empatía y apertura a quiénes en algún momento deciden cambiar de carrera, poder asegurar la conclusión de ésta y, la sostenibilidad de esa decisión a través del tiempo.

Con todo cambio, existirán consecuencias, pero recuerda, este es tu futuro, cada decisión que tomes eventualmente manifestará consecuencias en tu vida personal y laboral, y, si has tomado la decisión de cambiar de carrera, acepta esa decisión con orgullo, y prepárate para lo siguiente, deja atrás la negatividad y las ideas que no contribuyan a la realización de tu persona.

Equivocarse es simplemente humano, admitir los errores y corregirlos es una decisión para valientes y si has tomado la decisión de llevar a cabo un cambio en tu profesión, lidera con orgullo y con la experiencia previa el rumo que tu vida tomará.