Aunque para responder a la pregunta ¿Qué vas a estudiar? o a la típica ¿Qué quieres ser cuando seas grande? parecía que tenías todo el tiempo del mundo, ha llegado el momento de tomar una decisión. Ya has agotado las recomendaciones que te han dado familiares y amigos: “Tomate un tiempo antes de decidir”, “Tómalo con calma, puedes cambiar de decisión más tarde”, “Espera a ver qué deciden tus mejores amigos y luego decides”, etc. etc.  Y ahora es tiempo de elegir.

Lo más importante que debes tener presente es: cualquiera que sea la decisión que tomes, debe principalmente hacerte feliz a ti, porque quien recorrerá el camino y deberá asumir retos y responsabilidades serás tú.
Para poder llegar a esta decisión existen innumerables herramientas y recursos confiables de los que puedes echar mano, pero siempre debes partir de tus propias inquietudes y preguntas.

Empieza por anotar todas aquellas actividades que más disfrutas realizar, en las que te sientes pleno y realizado, donde sientes que pones en práctica tus habilidades más destacadas.
Recuerda todas aquellas ocasiones en que has logrado superar retos y alcanzar objetivos de una manera natural para ti; todas aquellas actividades en la que te sientes “como pez en el agua”, en las que “te sale de manera natural” alcanzar lo que quieres.